Hablar de Paolo Sorrentino es
hablar de un director (o más bien creador, ya que no solo se limita a dirigir
sino a mucho más) particular, que forma parte de ese grupo de autores
reconocibles en tan solo unos planos de sus películas (o, como es el caso, series).
La serie que traemos hoy, “The young Pope”, marcó un hito hace unas temporadas
por su gran calidad. Sorrentino fue guionista y director de los diez capítulos
que la forman.
Como el título indica, el
protagonista es el nuevo Papa de la Iglesia Católica, elegido en un cónclave
como el menor de los males, ya que el favorito (norteamericano) destacaba por
su apego a las normas ancestrales, y en un momento en el que la Iglesia se
juega tanto la apuesta por el conservadurismo parecía arriesgada. Para no
desechar la carta norteamericana, que se supone puede sumar muchos fieles a la
causa, eligen al joven compañero de dicho cardenal: se trata de Lenny Belardo
(magnífico Jude Law), al que se supone un poco más cercano al aperturismo.