martes, 28 de marzo de 2023

The Young Pope

 

Hablar de Paolo Sorrentino es hablar de un director (o más bien creador, ya que no solo se limita a dirigir sino a mucho más) particular, que forma parte de ese grupo de autores reconocibles en tan solo unos planos de sus películas (o, como es el caso, series). La serie que traemos hoy, “The young Pope”, marcó un hito hace unas temporadas por su gran calidad. Sorrentino fue guionista y director de los diez capítulos que la forman.

 

Como el título indica, el protagonista es el nuevo Papa de la Iglesia Católica, elegido en un cónclave como el menor de los males, ya que el favorito (norteamericano) destacaba por su apego a las normas ancestrales, y en un momento en el que la Iglesia se juega tanto la apuesta por el conservadurismo parecía arriesgada. Para no desechar la carta norteamericana, que se supone puede sumar muchos fieles a la causa, eligen al joven compañero de dicho cardenal: se trata de Lenny Belardo (magnífico Jude Law), al que se supone un poco más cercano al aperturismo.

 

Las altas esferas del Vaticano, comenzando por el Secretario Voiello (el más poderoso de ellos, capaz de elevar y derribar pontífices) se dan cuenta antes de que se apague el humo blanco resultante del anuncio de su elección del error que han cometido. A pesar de que Lenny (que elige el nombre de Pío XIII) es joven, atractivo y aparentemente encantador, pronto se dan cuenta de que es mucho más conservador que su mentor.


Cardenales y demás cargos eclesiásticos asisten apesadumbrados a la materialización de la certeza de que  Pío XIII es además de todo lo anterior altivo, arrogante, impertinente, presumido (la escena en la que se coloca la mitra papal mientras suena “I´m sexy and I know it” es difícil de olvidar) y parece ser que no tiene ninguna intención de agradar a nadie, y toda la intención de incomodar a todo el que se le acerque. Para hacer una comparativa fácil, se me vino a la mente en muchas ocasiones el entrenador de fútbol José Mourinho (e incluso el parecido físico me parece evidente). En fin… tal vez haya sido el mayor error de la Iglesia. Habrá que comprobarlo.

 

Al ser una serie de Sorrentino era de esperar que tuviese esos toques de estilo característicos (que no omnipresentes, como se puede comprobar en su película “Fue la mano de Dios”, en la que desaparecen los artificios casi en su totalidad) del director napolitano. A pesar de que es arriesgado limitar su estilo a unas pocas notas, si tuviese que hablar de lo primero que me viene a la mente de Sorrentino es lo más llamativo, que es lo visual. 


Nos suele presentar planos geométricamente impecables (que me recuerdan a menudo a Kubrick) además de un manejo del color y de la luz y sombra sorprendente con escenas que parecen pinturas barrocas en algunas ocasiones y en otras renacentistas (“La gran belleza” o “La juventud” son vigorosas muestras de ello). El amor de Paolo por todo tipo de arte salta a la vista, sobre todo lo que parece una debilidad por la arquitectura. Y sí, también en esta ocasión se menciona a Maradona, evidente ídolo de la persona que firma esta serie.

 

No quiero olvidarme de la música y del buen uso que sabe hacer de ella. Creo que hay muchos ejemplos, pero mezclar imágenes de Sorrentino con “Hallelujah” cantada por Jeff Buckley puede ser una de las cimas (junto con la escena de "La juventud" en la que un monje budista parece levitar mientras suena Godspeed you Black Emperor) y esos segundos los puedes disfrutar en uno de los capítulos. 

Además, en los guiones suele haber (y aquí las hay a mares) frases para subrayar y para pensar, y un buen número de preguntas que tiene que responderse el espectador. Vamos, como suele pasar con un buen libro. Porque el cine de Sorrentino en ocasiones parece buena literatura. Y “The Young Pope” tiene ese nivel, con unos actores y actrices magníficos (entre ellos nuestro Javier Cámara) y unos guiones excelentes. El resultado final me parece brillante. Unos años después retomó la trama y la alargó con una continuación titulada “The Next Pope”. Pero eso ya es otra historia.

 

 

 

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