En una orquesta han de convivir y
ser coordinadas un buen puñado de personas. Cada una tiene su personalidad, es
evidente, y encontrar el equilibrio entre tanta gente es difícil. Además, a las
habituales envidias, chismes y rencillas que hay en un grupo normal de personas
hay que sumar el en ocasiones desmedido ego que puede acompañar a los artistas.
La Orquesta Sinfónica de Copenhague
contrata a un nuevo director adjunto, y nosotros lo acompañaremos en su primer
día. Jeppe, el protagonista, es una persona discreta y apocada. Para ser
sinceros, parece que el manejar un grupo
tan heterogéneo se le va a hacer una misión imposible. De momento ha de lidiar
con Bo, segundo clarinetista, que ansía convertirse desde hace tiempo en el
primer clarinetista.