Para Ida. Esas dos palabras son el epílogo de esta película
del director danés Thomas Vinterberg. Ida es el nombre de la hija del director, y estaba
previsto que participase como actriz en “Otra ronda”. Sin embargo, un accidente
automovilístico (esa necesidad actual de los humanos de consultar el teléfono
incluso al volante lo produjo) acabó con su vida.
De esa emocionante mención
nació la necesidad de Vinterberg de completar esta obra a pesar de la ausencia
de su hija. Al hacerlo consiguió, tal vez, el mayor reconocimiento de su
carrera. Incluso logró el ultraconocido Oscar de la Academia del Cine a la
mejor película de habla no inglesa.