George Bailey vive en un pequeño
pueblo de Ohio, Bedford Falls, un lugar que desde bien joven siente que se le
queda pequeño. Su sueño es conocer mundo, acudir a la universidad a cursar
estudios y conseguir un empleo bien remunerado en una gran ciudad. Lo tiene
todo excelentemente planeado y, a tenor de su actitud, en la que priman los
valores como el altruismo y el estar disponible en todo momento para lo que
necesiten los demás, todo apunta a que sus deseos se harán realidad.
Sin embargo los planes no siempre
se cumplen, y por una serie de circunstancias George se ve atado una y otra vez
a un destino que no parece el suyo: la empresa familiar regentada por su padre
y en la que también trabaja su tío está siempre a punto de desmoronarse. Es una
especie de cooperativa que presta dinero a sus vecinos para que realicen sus
proyectos más inmediatos, aunque no sean productivos para el prestamista.
Cuando George celebra la fiesta de despedida para ir a la universidad, su padre
fallece y no le queda otro remedio que ocuparse de la gestión de la
cooperativa.