domingo, 9 de febrero de 2025

Crossing

Lia es una maestra georgiana retirada (aparentemente con una mensualidad que roza la miseria), que vive en Batumi y que cuidó de su hermana hasta que falleció. Antes de que eso sucediese, le prometió que buscaría a Tekna, nombre que hace años que usa su sobrina. Tanto su madre como su tía fueron incapaces de gestionar el hecho de que Tekna se sentía mujer habiendo nacido hombre, y su principal reacción fue intentar evitar el señalamiento por parte de sus vecinos. Eso provocó su huida.


Ahora, tras esa promesa realizada por Lia, comienza la búsqueda de Tekna casi a ciegas. El primer lugar en el que busca a su sobrina es en la última dirección conocida, en un barrio en el que la prostitución tiene una de sus bases. 


Solo hay una pista y es de todo menos fiable: tan solo se acuerda de ella Achi, un joven insolente que vive con su hermanastro en el filo de la navaja, y que le dice que Tekna hace tiempo se fue a Estambul. Lia decide emprender un viaje a esa lejana ciudad cuyo compañero será el propio Achi (en calidad de guía aunque jamás estuvo en Estambul y en calidad de traductor aunque tan solo chapurrea el idioma) y con un incierto e improbable destino.


Ver "Crossing" fue toda una sorpresa. Hasta hoy mismo no conocía ni el título ni el argumento, ni al director (que también es el guionista). Además el cine georgiano no es uno de los que más lleguen a este país. Sin embargo me encontré un gran cine alejado de un tono comercial y del melodrama habitual en este tipo de argumentos. 


Además, la inteligente puesta en escena, el poderoso guion y la inmensa interpretación de la actriz principal convirtieron la visión de la película en una experiencia muy agradable, y muy aconsejable. Evidentemente no es una película para llenar cines, pero sí ayuda a reflexionar y a admirar un trabajo que lo merece, y que destila sensibilidad y buen gusto. 


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