martes, 21 de noviembre de 2023

Cinema Paradiso

 

Salvatore Di Vita es (en la película) un afamado e internacionalmente reconocido director de cine, ya en la edad madura. Originario del pequeño pueblo siciliano de Giancaldo, Salvatore hace ya treinta años que no lo pisa. Entre compromisos, rodajes y la vida que decidió vivir en la capital italiana, poco espacio hay para la que dejó atrás. A pesar de esa ausencia su madre, sin llegar a conseguir hablar en persona con alguien tan célebre como él, consigue hacerle llegar un mensaje: Alfredo ha muerto.


Eso lleva a Salvatore a recordar de forma inmediata quién era Alfredo, y también quién realmente es él mismo: Salvatore, además del exitoso cineasta, también es Totó, el inquieto y travieso niño que muchos años atrás se colaba en el cuarto del operador del único cine del pueblo, Alfredo, y del que aprendió además de a operar el cinematógrafo a enfrentarse a su manera a la vida. Desde su cama, y con el dolor de la pérdida del amigo y mentor, Salvatore recuerda y nos muestra cada paso que dio en su pueblo, y la cohesión que ejercía la sala "Cinema Paradiso", de la que también fue operador, en la pequeña población.


"Cinema Paradiso" es una de mis películas preferidas. Seguramente esa frase encajará en muchas personas, ya que es difícil verla y no tomarle cariño. Por encima de todo creo que es una declaración de amor al CINE (con mayúsculas) y además la película en sí también es cine con mayúsculas. A pesar de que no es perfecta ni lo pretende, la nostalgia que derrocha en cada escena nos invita a estar involucrados cada instante, sonriendo, riendo, o derramando alguna lágrima con Totó y con Alfredo. 


Es imposible mencionar esta película y no recalcar la MARAVILLOSA banda sonora que nos regaló el genio de las mismas Ennio Morricone, con algunas melodías inolvidables. Creo que es una película que hay que ver, sin excusa, y probablemente la mayor parte de los espectadores sea capaz de disfrutarla (y a veces sufrirla). Te propongo un reto: si no la has visto, hazlo, y si no derramas una lagrimita en la escena final, te doy un vale por el tiempo perdido. Aunque creo que no hará falta.


Como curiosidad he de decir que hoy debe ser mi séptimo visionado de "Cinema Paradiso". Habitualmente, y gracias a las nuevas plataformas, aprovecho para ver las películas en versión original, hasta tal punto que si la veo doblada hoy día me parece un menosprecio a las personas que trabajaron en ella, una especie de mutilación de la película. Sin embargo, algo raro ha pasado con el sonido hoy. 

El actor que interpreta a  Alfredo es francés, y el que interpreta al Salvatore maduro también. El director debió decidir doblar todas las voces para que no se notase el acento de estos dos protagonistas (supongo, no lo sé) y el resultado me resultó un poco artificial. Vamos, que no he ganado mucho al verla en versión original. Sin embargo, la veas como la veas sigue siendo una IMPRESCINDIBLE.

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