Estamos ante una película de un juicio. ¿Los hechos?: En una casa en la montaña, rodeada y cubierta de nieve, viven Samuel, Sandra y su hijo Daniel. El niño, prácticamente ciego desde hace unos daños debido a un accidente, regresa a casa tras un paseo por los alrededores acompañado por su perro. Delante de su casa se encuentra con el cuerpo sin vida de su padre, envuelto en un charco de sangre que se mezcla con la nieve. En la casa tan solo estaban sus padres. Llama a su madre, que parece no haberse enterado de nada...
Si tenemos en cuenta que el argumento gira en torno a la culpabilidad o inocencia de Sandra, de su posible responsabilidad en la muerte de Samuel, y que la película dura dos horas y media, nos podemos hacer la equívoca idea de que estamos ante una película de sobremesa. Y el argumento, desde luego, fue utilizado en decenas de ellas, tal vez cientos. Así que si buscas originalidad o tal vez (por el metraje te darás cuenta) acción, más vales que sigas buscando, porque te vas a aburrir.
Lo que sí vas a encontrar, si es lo que buscas, es un guion descomunal, y unas interpretaciones magníficas (empezando por la brutal protagonista y siguiendo por el resto de participantes e incluyendo o destacando la del niño, capaz de generar inquietud con una sonrisa). Se trata de pequeños diálogos maravillosos (entrevista, las líneas del fiscal, del abogado defensor, del psiquiatra, la brillante discusión de pareja..) que son capaces de dejarnos embobados por sí mismos, que como si fuesen retales se unen en una tela final que, a mi parecer, resulta sobresaliente.
Como dije al principio, es una película sobre un juicio. Y no hay argumentos que me den más pereza que los que se pueden resumir en una línea, o en un género. Sin embargo, me alegra haber superado ese prejuicio (valga la redundancia) y decidirme a ver una película que hay que disfrutar sabiendo que no hay prisa, que no habrá sorpresas, que lo importante es el camino y la forma en la que nos es narrado lo que sucedió en esa casa (que, por cierto, puedes alquilar si lo deseas). De los premios que recibió hablaremos otro día. Lo brillante, el guion y las interpretaciones (la actriz principal, Sandra Hüller, ya me ha dado motivos para creer ciegamente en ella).
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