domingo, 26 de septiembre de 2021

Los Durrell

 

Gerald Durrell fue un conocido divulgador de su amor por los animales, lo que llevó a cabo de diversas maneras, y tuvo un enorme éxito haciéndolo en su país durante las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado. Además, cultivó una prolífica carrera de escritor en la que siempre estuvo presente ese amor por la fauna que nació prácticamente con él (afirmaba que la primera palabra que pronunció en su vida fue zoo). 

De entre todos los libros que publicó destaca su llamada "Trilogía de Corfú", que comienza con la conocidísima "Mi familia y otros animales".


Ese libro lo leí hace unos treinta años y recuerdo que no me produjo tanta pasión como a la persona que me lo recomendó (no recuerdo cuál de mis hermanos). Trataba de forma autobiográfica y novelada con una buena dosis de humor la estancia de su familia en la isla griega a mediados de los años treinta.

Pues bien, la serie que acabo de terminar es una adaptación (muy libre) de dicha trilogía. Así que nos presenta a una familia Durrell a la que falta el difunto padre. Viven una penosa y aburrida existencia en Bournemouth, en la costa sur de Inglaterra, y Louisa, la madre, sufre por ver cómo está influyendo ese entorno sombrío en el desarrollo de sus cuatro hijos (Larry, Lesley, Margo y el narrador, Gerry).

Así que, tras haber escuchado de boca de un amigo de Larry (escritor en ciernes) que Corfú es un pequeño paraíso y que además es tremendamente barato, Louisa decide hacer las maletas y trasladarse con sus hijos a la bonita isla.

Así empieza la aventura de sus vidas y el desarrollo personal de cada uno de ellos. A pesar de no ceñirse ni mucho menos a los libros (eran una familia desahogada y en la serie las penurias económicas son uno de los principales motores) pronto cogeremos cariño a los protagonistas y a los secundarios que orbitan alrededor de la ruinosa casa en la que Louisa y sus hijos deciden malvivir.

Es una buena serie a la que podemos perdonar los habituales clichés en los que se van encasillando los personajes y las tramas que a veces parecen metidas con un calzador. ¿Y por qué lo perdonamos? Sobre todo porque es entrañable y está salpicada por un mordaz humor inglés que llena cada rincón de la isla.

Además también crecemos un poco con ellos, y sufrimos y reímos y esperamos más y más de sus vidas. Desconozco si existe en versión traducida pero de todos modos recomiendo verla en versión original subtitulada, porque los matices de las voces (y también del contraste de lo que dicen con lo que aparece subtitulado, que no siempre es acertado) merecen la pena. Se dice que un buen libro lo es cuando deseas que sus personajes sigan en tu vida, y conocer más de lo que está escrito. Es lo que sucede con esta serie y estos personajes, que dejan un poso, un poco como si fuésemos parte de tan peculiar familia.

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