domingo, 26 de septiembre de 2021

Una historia verdadera

 

La vida a veces necesita transitar a baja velocidad. Nos pasa a todos en algún momento de nuestra existencia e incluso el revoltoso director norteamericano David Lynch también tuvo esa necesidad en alguna ocasión, aunque parezca algo descabellado. 

En la que nos incumbe, esa necesidad de parar que tuvo Lynch para dejar de deslumbrar con su originalidad, decidió tomar la anécdota real de un hombre que, tras diez años sin hablar con su hermano, recibe la noticia de que ha sufrido un ataque y llevarla a la gran pantalla, trayendo una historia sencilla, intimista, con la única ambición de crear una película de calidad.


Así, en "Una historia verdadera" ("A Straight story" en el idioma original, en cuyo título la palabra Straight también es el apellido del protagonista) nos encontramos con Alvin, que es un hombre ya anciano con muchas dificultades para moverse y desarrollar las actividades a las que lleva acostumbrado toda la vida. A pesar de ello, en cuanto recibe la mala noticia mencionada antes, decide recorrer la gran distancia que le separa de su hermano por sus propios medios.

¿Y cuáles son esos medios? Su falta de reflejos y las altas posibilidades de sufrir un accidente en caso de conducir un automóvil hacen que deseche esa opción. Y se decide por un cortacésped. Sí, un extraño vehículo con el que pasará semanas en la carretera. Y nosotros con él. A un ritmo lento, que no desesperante. A un ritmo que permite que recibamos alguna que otra lección de vida, disfrutemos de unos paisajes y música inolvidables y algún plano memorable.

Lynch puede ser sofisticado, e incluso en alguna ocasión se puede decir que pecó de serlo tal vez demasiado. Pero cuando se desprende de artificios creo que es capaz de regalarnos alguna obra maestra. Yo creo que "Una historia verdadera" lo es. Y desde luego es una de mis películas preferidas.

Es curioso, porque tenía un gran recuerdo de ella y hace un par de días quise volver a verla. Lejos de perder ese buen gusto que tenía, me pareció mejor película que la primera vez. Supongo que pasa siempre con el buen cine, y no es la primera (y espero que tampoco la última) vez que me sucede. Si te gustan las películas a la velocidad de un cortacésped, deberías echarle un ojo.

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